En un
día lleno de diversión y alegría, los más pequeños fueron los protagonistas
de una experiencia inolvidable llena de actividades emocionantes y
entretenimiento de primera clase.
El festival comenzó con el espectacular show de Bolo, el simpático oso, que
cautivó a niños y adultos por igual con su carisma y energía contagiosa. Con
canciones, bailes y sorpresas, Bolo y sus amigos llenaron la plaza de risas y
diversión, creando recuerdos que perdurarán para siempre en los corazones de
los asistentes.
Después del emocionante espectáculo, la diversión continuó con una variedad
de actividades diseñadas especialmente para los más pequeños. Desde pintura
de caritas con diseños coloridos y creativos hasta actividades dinámicas que
desafiaron la destreza y la imaginación, había algo para cada niño en este
festival lleno de diversión.